La quinta Torre de Madrid

La quinta torre de Madrid ya tiene año de inauguración. «Será probablemente en 2020», explica el presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, en declaraciones a EL MUNDO.

La constructora está ya en una fase «muy avanzada» de las negociaciones para encontrar inquilino al edificio, cuya licitación exige tener un uso social en la mayor parte de su superficie. El plan de Villar Mir es dotar al inmueble de un doble uso: uno vinculado con la medicina y el cuidado de la salud, por ejemplo un hospital; y otro dedicado a la formación, ya sea una universidad o una escuela de postgrado. «Tengo la esperanza de que lleguemos a soluciones españolas en el más alto nivel de prestigio y de calidad en las dos áreas», reconoce el empresario, que asegura que aún no hay ningún acuerdo cerrado a pesar del amplios de contactos mantenidos en los últimos meses con grupos nacionales y extranjeros.

Fuentes próximas a la operación señalan que uno de los candidatos a ocupar el edificio es el Instituto de Empresa, si bien desde la escuela de negocios declinaron ayer comentar este asunto. Una vez se firme definitivamente el acuerdo, la elaboración del proyecto para el inquilino conllevaría un año de duración y las obras para la construcción del gigantesco bloque -que será más alto incluso que sus cuatro vecinos ya en pie- otros tres años más. «La quinta torre es un proyecto premium de tamaño personalizado que permite ser adaptado a las necesidades del usuario dada la flexibilidad ofrecida por el promotor del edificio y las pocas restricciones de planificación urbanística», dice el folleto que la Inmobiliaria Espacio, incluida en el grupo Villar Mir, ha presentado a posibles interesados.

Este informe también destaca la buena conexión de transporte con la torre, a través de la M-30 o del intercambiador de Chamartín, sus 33.000 metros cuadrados de zona verde periférica, la seguridad pública y privada en la zona durante 24 horas los 365 días del año -vinculada al domicilio de varias embajadas en los rascacielos-, y la estable cobertura energética a través de dos subestaciones próximas.

La inmobiliaria Espacio obtuvo el pasado mes de abril la concesión municipal para la explotación del rascacielos durante un periodo de 75 años. El uso de la superficie se divide en 52.500 metros cuadrados de uso público y 17.500 metros cuadrados de uso comercial, según el pliego de condiciones del concurso.

El levantamiento de la torre no era la primera opción para ocupar este espacio, cuyo primer uso era la creación de un Centro Internacional de Convenciones con forma de sol que finalmente quedó suspendido con las obras ya iniciadas y tras una inversión de 70 millones de euros. El coste total de la construcción del proyecto rondará los 120 millones de euros, según los cálculos del promotor.

Durante todo el periodo de la concesión, el Ayuntamiento ingresará un canon anual de 4 millones de euros, una cifra que duplica el precio de salida fijado inicialmente en el concurso. Villar Mir es ya propietario de Torre Espacio, uno de los cuatro rascacielos construidos en la zona y que el grupo está intentando vender por una cantidad superior a los 400 millones de euros. La construcción de la quinta torre está sólo pendiente del inquilino, tras haber constituido con el fondo Corestate Capital una sociedad que se encargará de gestionar el proyecto, dotarlo de estructura financiera y encargarse del alquiler de los espacios.

La joint venture creada entre ambas partes destinará una inversión de 240 millones de euros al rascacielos, según un comunicado publicado el pasado mes de septiembre.